El pasado día 21 de febrero, tres miembros de la Junta Directiva (Presidente, Secretaria General y Vicepresidente) acudimos al colegio Amor de Dios en Sant Adrià de Besòs, aceptando la gentil invitación que desde allí nos remitió la delegación de la APU.
Cuando visitamos a un familiar no necesitamos traer un orden del día y todo protocolo se supera con creces a base de cariño. ¿Qué es una delegación de la APU sino un miembro de esta gran familia? Así nos sentimos desde que pusimos el pie en la recepción del centro y esa sensación no nos dejó hasta que el tren dejó atrás la estación, pues hasta el mismo andén llegaron a despedirnos, una vez más, como se hace con la familia.
Difícilmente podremos describir el afecto con que se desarrolló el encuentro, lo cual no disminuye un ápice el interés, la seriedad y el compromiso de los socios, profesores y amigos que pudieron conocer la marcha de los proyectos y las actividades de la asociación del mismo modo que nosotros conocimos el centro y su realidad, terminando todos con una gran fotografía de grupo, en cuyo centro parecía sentirse arropado el rostro del fundador.
Con seguridad los frutos de aquella sementera, reciente pero maravillosamente fértil en obras, seguirán siendo abundantes, vista la implicación de la dirección y la total entrega de todos los miembros de la delegación. Con pilares así de sólidos, el presente de la asociación está asegurado y su futuro se muestra inmensamente prometedor.
Desde la Junta Directiva sólo tenemos palabras para agradeceros vuestro trabajo continuo y muchas veces callado, vuestros esfuerzos que se transforman en proyectos realizados y vuestra ilusión. Haber compartido con vosotros aquella jornada nos ha dado fuerzas para seguir caminando. Sois un ejemplo para todos.
LA JUNTA DIRECTIVA
